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LO.~ E"º!Tll!OS 91 luúio de la film;oi'ía y lPología (18:,. La elección la hacían en uu principio libremente los Superiores; sin ·embargo, desde 1667 ningún religioso podía ser promovido a la lectoría sino a votos secretos y después de superado un riguroso exa– men (19). Además el capítulo general de '1726 ordenó que los [Pctores fueron elegidos mediante concurso, para uu septe– nio (20). La primera oposición para lectores en Castilla tuvo lugar el t6 de agosto de 17BD, y el cronista nos ha cons,:1·va– do el minueioso ceremonial ele la misma. t<;J año '1741 se nombró un nuevo lector con el título de maestro de pi;ludinu– te:-; o catedrático supermurwrnrio, encargado ele los repasoi; o repeticiones ele las asignaturas y de las suplencias del lector, como tambión rlP acompañat· los <>s~udiantes a paseo; gozaba de los mismos l10norPs que ,.¡ lector ,-_•u cuanto al coro y a la misa; y pasado algún tiempo obtenía el cargo de lector sin necesidad de prPsentai·sc a las oposicione·s (22\. Los lPctores no limitaban :-;u misión a ed1war la juventud Pstudiosa en las aulas de los colegios, sino que la mayor par– te de ellos regían ltwgo los destinos dP la P1·ovinria o 1 comn Definidores o como Pnlvincialps_ Y no sólo daban luslm al hábito dentro de los 11mros clauslrales, mas también en la Igle– sia y en la sociedad e,ierciernlo cargos importantes. como ca– lificadores de la Inquisición, consultores, examinadores sino– dales, predicadores de Su Majestad, ele. Además los lPclores tomaban parl¡ 0 muy adiva en las corrientes doctrinales de la época, enriqueciendo In repúblic·a de las letras con sus es– r·1·itos. ü. RPcu1·daremos sólo tres lectores ele este período entre los que se dist:inguiri·on por sus producciones literarias y por otras activida<les. a) El P. Leandro de Murcia ocupó varios aii.os la cátedra de Artes y la de teología, y después fué repetidas veces Custo– dio general. Definidor y Ministro Provincial. Publicó varias (18) Cf. Analecta cit., 1892, t.. VIII, p. 80. (19) Cf. 1/Jid., t. VII, p. 77; Bullari.um Oi'd. FI'. Jlfin. Capuccinorum, torno I, p. 1!3. (20) Cf. Analecta cit., t. VJII, p. 80; ANDilliS DE PALAZCELO, lug. cit. (22) Cf. /bici.; Viriclario auténtico, p. 233, 258.