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flf.-LOS ES1TDTOS Difieul/ades.-2. Los semfrtal'ios de nuevos.-~\. Los cursos de filosofía y teología.-4. Qué escuela seyuíwi.--3. Los lcdo– res.-U. Algunos nombres.-7. Los cscritorcs.-8. Dos iniciaf<i– vas culturales.-D. Las bibliotccas.-iO. Aportaciones a las lu– chas docfrinales.-H. Literntum !! m·te. L r-;-o Ps tarea fácil recom,Lruil' el }JUllut·u1J1u l'.ientiílcu e iutelecLual de la Provincia de Castilla en esle período de su historia con las pocas nolicias que poseemos. Por otra parle, los métodos modernos y los programas de la enseñanza ecle– siástica de uuesli·o:,; días son tan dit'e1·Pntes de los ele aq nella edad, qne la mente dehe hacer no pequeño esfu('l'ZO parn for- 1wu·se una idl'n npi·oximada d(• Jo-; esl11dios <k nuPsll'Os aulP– pasados. A pesar de estas y otra::: difieulladP.-, pt·oL·unu·emu::, i11dicar en este capítulo, con la mayor exactitud que nos sea posible, los jalones dd movimiento eientífico. 2. Antiguamente los estudios Pcltlsiáslicos superiores no empezaban inmediatamente después Je emitida la profesión l'eligiosa, sino que concluído el afio del noviciado, los clérigos pasaban, bajo la dirección de un sneerclote experimentado, ,l otro convento., C'll donde por espacio de dos o' más años con– linuaban casi el idéntico tenor de vida que habían seguido durante el año de la probación; no se dedicaban a los estu– dios, recibían instrucciones particulares sobre la vida espiri– tual, sobre la regla y constituciones, sobre la liturgia, etc. La erección de estos seminarios o segundos noviciados fué decre-

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