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L.\ Oü:-EHVA'.'<CIA HEGt:LAR ca (54). En los preliminares de la euieiún de 17H4, ~ladrid. por el impresor Isidoro Hernúndez Pacheco, se lee: "lmrnu1c- 1·ables las impresiones de estos libros en Madrid, Barcelona, Valladolid, Pumplona, etc. Decía un famoso impresor de estn Corte que si se j unlaran todos los Jaenes que se han impreso, 110 cabrían en la Plaza :'.\Iayor de Madrid. Y es mny creíble,, pues yo solamente he impreso en 1781, 9.000; y en el 83, ii.000, que se venden con mucha aceptación de personas doc– tas y timor·atas". Esle ti-alado ele ascética popular, que el autor llama "fruto de su pobi·t: celo", está escrito no menos con el cornzt'm que con la inteligencia. En tocias sus páginas se trasluce el gran edo que lo dorninalm pm· la salvación de lns almas y por ayudarlas a Yivir según la profesión cristiana. La lectura de este precioso libro nos revela asimismo los usos y costum– bres fle aqurllos tiempos, que tan perfectamrnte conocía el Padl'r1 Jaén pm· su trato asiduo y prolongado en el púlpito y en el confesonario eon toda elase de gentes, y para todas sus necesidades p1·op01w remedios saludables ~, rfiraees. li 1 :\i :,;e contentaban nuestros escritores ascétieomíst1cos con exponer en sus obras la sana y santa doctrina de la Iglesin ¡iam. llevm· las Gimas por los senderos de la virtud hacia Dios, ;;ino que salían mlemás por los fueros de la verdad, combatien-– do las teorías falsas y oponiéndose al paso de errores perni– eiosos qnP alejaban a lns mismas almas de su fin. Más ade– lnnte nos or·nparemos de la lucha contra el qnietismo: ahora ndelantarnos este otro ejemplo. El P. Antonio de Fucntelapeña. lector de sagrada teolog-ín. :\linistro Provincial, Vsita<ior general de Sieilin. predicador \' (511) Instruccíón utilísima y J'ácil pam ccnfesa1' ]JW'l'lculw· ?J geneya/- 111.ente, pa1'a prepamrse y recibir la sagrada comunión. Descúbrense nmch"~ defectos porque se lrncC'n malas confesiones; danse reglas para conocer lo que es pecado mortal y venial; púnense muchas dudas de escrupulosos ~· sus respuestas; medios para acordarse, dolerse y enmendarse de las cul– pas; acusación general por los mandamientos; otra para religioso3 y sacer– dotes; oraciones y actos muy acvotos para antes y después de confesar y comulgar; el rlía rlel llucn crisliano. Por el P. Fr. Manuel de Jaén, rní;,io– nero capuellino dP la provincia tic; Cn.stilla. Cf. :\~nn~:-: DE PALAz1·Ew, Yila– lidorl sr]'(ij'lr•a. Pri~n(i~•0 St 1 1'!0, p. 2:-i~-2('d.