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L.\ YliJA 1rn LA PRO"\'l~CIA ( 1618-1746; d,· Leonisa. como lo atestigua un libro publicado en dicha rn·asión (44). . Reservándonos el hablar más por extenso en otro lugar de l1ts dPvociones propagadas por los Capuchinos castellanos en PslP período, baste recordar aquí las que ellos practicaban: a la Eucaristía, en cuyo honor se celebraban solemnemente la'i Cuarenta Horas; a la Pasión, con el eJercicio del Vía-Cruc:is; a la Virgen Santísima y a San Antonio y n lodos lo.s .sanlo" dt• la Orden (4,5). 8. Sería inslruetivo referir siquiera sumarianienle los hl'– el1os gloriosos de algunos religiosos que brillaron en alto grndo por su virtud y santidad, para probar pnídicmnente c,'uno la observancia regular de la vida capuchina eltJvaba a lns más elevadas cumbres de la pcl'l'ección. Pero de un modo padicular eonviern•11 a la Provincia de Castilla eslns palabras que el hiiígrafo dPl P. Manuel de Jaén dice de la Orden en i:r(•rwr·al: "La sagrada Religión dP Padres Capuehinos, q1w dPsdP su p1·inwr origm1 ha proeu1·ado con demasiado tesón rn·ulln1· sus ¡:dorias y no dar a conocer sus ilustres hijos que liau florecido Pn santidad y letras, continúa en Pl día con el 111i:-rno empef10. causando su humildad no poco sentimiento •·11 los ánimos afeeloc- al santo húbilll <'.apuchino, que despan ,;alwl' las glorias <le su santa Religión'' (46). ·'Si en todas !ns Provincias-esnibe el P. Francisco dl' .\jnfrín (46a)-goviernn este espíritu (llámese de humildad:. Pn esta de las dos Castillas aun vivP más radicado. ¿ Quién podrá persuadirse que de tau ilustres hijos como ha lPnido en siglo y medio nada se ha Pserito, ni se halla memoria eu los archivos. y sin duda huviera pPr•·cido del todo la noticia dP sus hechos a no vivir inmorlalcis en In fama? Pero aun pasa más allá el empeño, pues quando movidos los fieles rlP (-í4) Cf. ANDRtS DE Pi\l,AZUELO, ob. cit., p. 278. Parece ser que la des– cri¡Jci(m de las fiestas la publicó el P. Pablo Fidel de Burgos. Ci'. Yíridario ¡¡uténtíco, p. 285. !15) Yéase más abajo, p. 117 y sig. (46) Noticia ele la e.umpla1' 'vida del Yen. siervo de Dios Fray Manuel 1 /e Jaén, en Inslruccifín uti.lisima, p. 3, Madrid, 1804 'l16a) En el prólogo dr la I raducción cspafiola del Apéndice a las Gró– iiic;i:,; de la o•nll'n, rscriln en latín por el P. Silvestrr dr Milán, que se ,.ionscrva inédita en la Bi!J!ioteca Naci;mal de Madrid, Ms. 12.91~l.