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62 )IE)IOR IA 1-!lSTÓR!CA DE LA COPR.\DÍA ~.,.- ,,_ ., \~ '· ¡ ¡ y muy por encima de todas estas que bien pudié- 1 , ramos llamar . puerilidades y efectos de un par- : tido 6 de preocupaciones contra una clase de 1individuos . Vemos á todos, como personas sen- ' ! satas y prudentes, acudir all á de donde vienen !a ' ver~dad y el consejo; vemos rodear el altar de I María en demanda de auxilio , socorro y pro• ; t ección; vemos á todos cumplir solícitos sus obli- gaciones de cristiano ; y María, como b uena ma– l dre, extiende sus manos consolando á todos y ¡ á todos amparando . Prueba de ello es y llena el J alma -de alegría, es a hermosa concurrencia de los primeros sábados para ofrecer á María una prueba de acendrado amor, una comunión. Prueba de 1 ello es ver caminar de rodillas en cumplimiento 1 de una promesa, prueba las comuniones que, 1 siendo la mayor parte de los asociados, no ba- 1 ' jan al año de 2 + ooo, prueba la s limosnas de los cepillos, prueba la religiosidad, los bue nos ejem– plos, etc. etc. 1 Las Sras. Celadoras y Celadores forman el 1alma de la Cofrad ía , son unas· verdaderas ma– dres que con su fervor y su celo suministran el alimento espiritual á todos los mi embros encar- 1 1 gados á su cuidado . Ellos están llamados por 1 Dios á llevar - á Ma ría á sus padres, sus hijos, sus maridos: la dulzura de su palabra ha de in– fundir en las almas frías la caridad más ardiente: 1 i y el suministrar el agua de Laureles ha de ser b_&. /4 l ~~ - =~