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-9 ::L MmIORTA HIST()RJC..\ DE LA COFRADÍA - - -- ~ ñora, declarando que son innumerables los bie– nes que obtiene para los qne lo rezan, siendo uno de ellos, la conservación ele la fe católica tan necesaria hoy en este desgraciado país. Por su parte, el Rdo . P. Román de Vera, con su fervor acostumbrado y vehemente fogosidad, apuntó y explicó los caracteres de que debe ir revestida la verdadera devoción á María Santí– sima. Examinó y atacó con energía la falsa de– Yoción por la que gran parte de los cristianos pre 0 tenden · caminar hacia paraderos desconocidos, engañados por el atractivo natural de algunas prácticas puramente exteriores y que no hallan eco allá dentro del corazón, y exhortó con sen– sible unción á los fieles á la verdadera y sólida devoción, que es la que alimenta y mantiene la vida del espíritu en el alma. El Rdo. P. Superior, Fr. Alfonso ele Moren– tin, cautivó en el exordio los corazones de 1 • , todos los que le escuchaban, con el ardor apos· 1 tólico que respiraban sus palabras, manifestando que, á pesar ele la dureza con que había de con- I denar en el transcurso de su oración el proceder de ciertos cristianos, era, no obstante, tocio para tocios; y estaba pronto á derramar su propia sangre por el bien de cualquiera de ellos. Luego se adelanta con valentía á censurar la conducta I de ciertos católicos honra~os, buenos, santos con ¡ la honradez, bondad y sant1clacl humanas, los cuales · ~~ 4 ~ ~ - ~.;