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~ 4 ME ~tORIA Jll ST ÓRIC..\ bis LA COr-RADÍA w ~ multitud cristianísima y el esplendor desarrollado en sus Novenarios que llega á ser una verda– dera explosión de entusiasmo católico. Tal es el espectáculo que ofrece esta Capilla que sólo tiene el defecto de ser reducida para el fin á que está consagrada, que es el culto ' de Ntra . Sra. de Lourdes, que por aquí va siendo ' algo así como un eco de lo que pasa en Europa con la original de Francia. ¿Quién podrá dar al- guna idea de la devoción de este pueblo á la ' Vírgen de Lourdes? Unos pocos años han bas– tado pata hacer de una modesta Capilla un san– tuario, que su Cofradía sea una de las princi- 1 pales y más numerosas, y la devoción á la \ Tírgen de la gruta de Massabielle sea tan popular, que 1 apenas hay familia ó casa en donde no se vea , en lugar preferente alguna imagen ó cuadro de María Inmaculada, vestida con blanco velo y ci- 1 • fiendo hermoso cinturón azul, siendo ya este traje tan común como estimado entre las jóvenes pia- dosas. I Mas no se crea que esta piedad es exclusiva- , mente propia de Manila; tambi én acompafian al fer - ¡ 1 vor de la Capital del Archipiélago las demás pro– vincias; pues de todas partes, aún de las más ! , lejanas, viene continuamente gente que recorre ' , derrodillas toda la Capilla, llevando á sus fami– lias, como el objeto el más estimado de su re- ligiosidad, agua el e Lourdes, que se reparte en t-~ ~ --------