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CONVE?\TO DE CONC El'CION 95 hablará más ade lante. A unqu e no se aduce doc umento firme, es incl uclable (fuera de la palab ra del P. Florencia) que la Iglesia fué co nsagracla el 2 ele nuviernbre de 1879. Cunsta por el documento de solicitud para que lle\·ara a efecto esta consagración. Consta por la autorización dada del Sr. Obispo pa ra que se efectuara . Cons tan por las cruces con que se designan las Iglesias consagradas ... , pero no aparece testimoni o auténtico de haberse realizado la consagra– ción, mucho menos por el mismo Excmo. Sr. Salas, Ob ispo a la sa– zón. Indudablemente, cabe una explicación . Se solicitó permiso pan que se consagra ra. No se pidió al Ilustrísimo Sr. Salas que le con– sagrara él mismo , porque sin duda había otra pe rspec ti va. El Sr. Obispo autorizó que se consagrara por otro ... De no habérsele solic itad o así, no auto ri za ría a otro .. . máxime en aq uellas calendas en que no parecía fácil el paso ele un consagrante por Concepció n .. . Si lo autorizó en esa forma , es que se presentaría ocasión y se quería apruYechar. Hecha la consag ración por otro Prelado, no se cuidó de doc um entarlo, ni pud o consta r qu e lo hici era el propio prelado en auto o ficial de palacio. El documento que hemos revisado en el archi\-o ep is copal no dice que la Iglesia se consagrase de hech o. La Iglesia tiene dimensiones regu lares 33 .50 de frente por 32!)5 <le fondo. La torre debió levantarse en 1865. Hoy tiene cinco al– tares : S. F rancisco , Sagrado Corazón, La Inmaculada, S. 1\ntonio y el Altar l\'Iayor dedicad o como titular a S. José Patriarca de la Iglesia uniYersal. Pero los PP. italianos tm-ieron bajas dolorosas en la mi sión. Hahían sucumbido a fuerza de trabajos y achaque s el P. Pedro r! ~ Regio, el P. Valeriana ele Diana y aquí mismo en Concepción fu.~ 1:nterrado el apostólico P. Ficlel ele Trento poco antes que el P. !\í – lJe rto. Act uaba ele Prefecto el valiente apóstol de Trumao P. Urbano ele Casola . Yenido a la misión en 1865. Al comp r ender qu e lo,; ita– lianos no eran bastantes para llenar las funci ones misionales ele la Araucani a, entn'i en negociaci ones con el Superior Comisario ele los capuchinos ele España, que lo era el P. Joaquín ele Llevane– ras (1) . T odaYÍa recordamos nosotro:;, recién prufesos a la sazón, (1) Véase una carta el~ fe,:ha junio d~ 1890 en "El l\[(•nsajero Serúfico''. El P. Llevanera3 fué nomhrado Com isario General ele los Capuchinos ele España el 18 de marzo de 1881.

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