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308 FUNDACIO'.1/ES EN ARGENTINA Y CHILE cisco. Los capuchinos dirigían y visitaban a dichas religi osas corno ]os franciscanos observantes a las Clarisas en general. Sta. Coleta fué la insigne reformadora de éstas en Francia, y de Francia llegaron algunas Clarisas coletinas a Gandía en el siglo XV, donde fundaron su monasterio. Este monasterio influyó en ia r eforma de otros conventos de Sta. Clara y hasta en los ele Ca– puchinas. De ahí que haya capuchinas coletinas. Tocias hermanar; en S. Francisco y en Sta. Clara. La M. Angela Serafina fundó ,en Barcelona uno ele estos monasterios ele Capuchinas en 1602 bajo la dirección del famoso P . Angel de Alarcón, capuchino, funda ck,r también de los capuchinos en España. Este mona sterio fué madr e ele otros corno el ele Madrid en 1618. De Madrid se llevó a cabo h fundación ele Toledo (1632). De Toledo partieron las primeras ca– puchinas para América. En 1666 se establec ieron en Méjico seis c :t– puchinas procedentes ele Toledo. En 172-1- se estableció un segun do mona sterio para "Indias descendientes ele caciques", ele señoras ca– puchinas. Despué s se extendieron a Puebla ele los Angeles, Ante– quera, Q uerétaro, en una de cuyas celdas estuvo prisionero el Em– perador Maximiliano en 1867. I-{ u bo también capuchinas en la Ca– pital ele Michoacán y Guatemala, etc., etc. Del mona sterio ele l\1aclricl vinieron a fundar a Lima; ele Lim:t a Santiago, y ele Santiago a Buenos Aires. Los tres mona sterios ti e– nen un enlace cordial, un parentesco dir ec to. Las monjas capuchinas ele Lima procedentes de l\.faclrid, fu ero•1 cinco. Llegaron por beneplácito del Rey en 1698. Pero no salieron ele España antes de 1710. Parece que dejaron la Corte el 3 ele enero ele ese año. La naYegaci ón desde Cácliz fué harto clesven tu rada, por– qu e dizque el buque fué apresad o por los holandeses en 26 ele marzo. Estas monjas llegaban a Buen os Aires después ele dura expedición, hacia diciembre ele 1712. En S. Franci sco fué sepultad a una ele las r:xpeclicionarias que murió a causa del recrudecimiento ele una en– Íermeclad y las fatigas ele la travesía. Venía ele Prelada Sor María Rosa, ele origen madrileño. Escribió la "Relación del viaje ele !as religiosas capuchinas", que salieron del Convento de Madrid a fun– dar el de Lima. En dicha Relación se establece que pasaron por Chi– le en 1712, donde las favoreció el obispo D. Luis Francisco Romero. Se debieron hospedar en el convento el e las Clarisas y en enero <l e· 1713. Seguramente estas fueron las religi osas que el P. Florentin'.Y