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CONVENTO DE PAJNE la Estación al convento, comenzaron a rnrse terribles es tampid os. en el aire, semejantes a cafi.onazos lejanos o salvas aéreas. Nadie podía sospechar lo que aquello fuese. Luego se supo que fu eron. explosiones de un volcán que eruptaba ele su cráter la,·a y ceniza. ]-'.ecurclamos haber oído al R. P. Román S. J. comentar este caso. en una ele sus conferencias al Clero ele Rancagua durante el Con– greso Eucarístico Diocesano, glosando la coincidencia con el acto de Paine, como una demostración p rm·iclen cial. La ernpciún foé tan intensa que el 14 de abril nos e.~cr ibía desde Córdoba !_Argen– tina ) el R. P. Juan de Ansoain: ''Todavía estamos enn1eltos en la. ceniza que nos envían ele Chil e''. S.e elijo que llegó hasta l\lontevi– deu y Brasil el efecto del fenómeno Yolcánico. J\sí tuvo r ealización la solenfoe inauguración ele la casa ele· I'aine actmmclo ele oficiante el l\L H.. P. Orellana. Pro,· in cial ele los PP. franciscanos en ausencia del Excmo. Sr. Obispo. El bendijo la. cap illa provisional y predicó al público el M. R. P. Legarcla. El día ele Pentecostés, 13 ele mayo ele] mismo año 1932 , pudo reunirse por prim era ,·ez en el CunYento-Co legio su pequeña Comu– r.iclad, que constaba de los PP. y HJ-:T. sigui entes: K P . l\fateo ele Huarte, Superior; R I'. Camilo de Vterga. R. P. J osé ele Sangüesa, Fr. U rban o ele Olio y Fr. l3 ernarelo de Zu– lJiri. Luego se integn'i por algún tiempo el P. Ficlel de Legaria. F ué el 31 ele mayo de 1934, fiesta del Corpus Ch ri:-ti y ele l\faría IV[ecl:ane ra ele todas las gracias. i\1'o se pued e negar la inten·~ nción de la Sma. Virgen en los comienzos de la íundacic'm ele esta obra capuchina. Tudas las principales fechas han cuinciclid o con fes .. ti,·idades ele la V irgen . LleYan su nombre el con,·,cnto, la parro– quia y el semi nari o; y cuand o no había e,;pe ranza ele poder inaugu– rar el convento en la fecha fijada. la V irgen allanó toci o, porqu e a Ella se le encomendó el asunto. Por fin el regalo de la magnífica imagen. que ni soñada. Se ofrecía una gra,·e clificultacl para que el acto se celebrase con lucimiento. Venía lloviendo copiosamente ele modo que s e te- 111ía, con razún, no poder,;e realizar la apertura del Seminario Se– ritfico con algún éxito. Pero inopinadamente el día 31 apareciii se– r eno y claru y hasta luminoso. Al día signi,ente continuó el t em– poral ele agn;,,:. de modo inus itado. El l~xcnl(). Sr. Obispn d,e ]-'.:rn-