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.28-l I'L 1 Nfli\CIONES E N .-\RGE!\:TTNA Y CHlLE } enclo en ocho coches especiales el contingente el e anngos y aso– ciaciones . Fué aquel un acto imprcsio1~ante; como una descarga eléctri ca re sonaron v ítores y aplausos a Jesús Sacramentado, a Pat– n e, a Chil e y a los religiosos. L os rom eros ele Duin con lus a u to– cami ones ad o rnad os, que escoltaban tambi én al Santísimo, se u ni e Ton a los que ll egaban el e Santiago, y se organizó o tra nueya ma– nifestación grandi osa hacia el lugar del Colegio. La Villa de Paine e:::taba toda embanderada como en sus mayo– ns fiestas. Habían se co nstruí do arcos de triun fo para la comi ti va E uca rí s tica que iba a inaugurar el nu evo edificio. Entre aq uella multitud entu siasmada, y bajo aq uell os arcos fes tivos pa,;Ú la pro– ces ión del Santbimo esco ltad o siempre por los huasos. Asistían •~1 .alcald e de Paine D. l\fanuel G. H uid ob ro, excelente amigo de los l apuchinos, las a u to ri dades ele Buin, el Sr. Ju ez del Departamento, ccl S r. a rquitecto D. Raúl Palma Correa y Sra., los párrocos el e Ma i– lJO, Huelquén, L in deros, D. Ge rmán Bra,·o. D. Enriqu e Salin as, c:tc . El 1\1. R. P . ProYincial ele fra;1ci scan os Fr. Lui s ele Orellana, el PrO\· incial ele la Congregación del Ve rbo Divino, r ep re sentación {le PP. E scolap ios, de los HJ-I. ele las Doctrinas Cri s tiana s, de los ::',fari s tas, etc. Ameni zaba el · acto la banda ele mú sica de los PP. Escolapios. D os detalles ele gran signifi cac ión s ubrayaron este extrao rclina- 1 io acontecimiento. AtraYesaba Chile un momento crítico. El día .8 el e abril se temí a un estallido re ,·oluci onari o. por lo cual e l Excmo. S r. l\1ontero. Presiclenk ele la l{epúhlica, mu dó los mini s tros y rntró en la Gobe rna ción (Interior), el Sr. Robles, del Partido Ra– •(! ical , al ejado de la política hacía corno treinta años. E,;te promulgó el Estado de Sitio en tocia la Nación durant e 60 días . Con este mo– tiv o se prohibían las manifes tac ione s públicas y r eu niones popu– la res. Se creyó, pues, imposible la celebración del acto inaugu ral público. A pesa r el e tocio, y contra toda esperanza, se ob tuvo del Ex– ce lentí s imo Sr. P res id ente el permi so pa ra llevar al cabo dicha ma- 1:ifcs taci ón, según el programa acordado. Así pudo r ea lizarse la manifes taci ón que dejamos dic ha . el 10 ele abril de este año 1932, •con todas las apari encias o realidad•es ele una clara int ervenci ón di– vina. os tensibl e y pública. El otro detalle, que no queremos callar, oc urri<'> en el momento mismo de la ce leb raci ón. Durante la marcha ele la proce,;ión de,;de