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22 LA oimE!s: l'A PUCí-n:l\' A Todas las medicinas eran conservadas en elegantes armarios, regal o de un pachá op ul ento y agradecido. Todas estas medi cinas eran repartidas gratuitan1ente a los en – fermo s, pues los Padres sólo aceptaban los sencill os obsequios d e ios enfermos y como una satisfacción a lo,; ,;entimientos de agrad c– (imiento ele los enfermos. A los bienhechores, que los Padres tenían en s u ti erra nata l ele Francia, envían cur iosidades naturales y artística::-. As í leemos que el Beato Agatángel ele \íenclóme obseq uiaba a ,:; u amigo y protec– tor Pei rese, sace rd ote francé::; , numerosos manu,; crit us en lengu;i s ori.entales, una taza hecha con cedro de l Líbano y un p eda cito del tamarind o milagroso de San Efrén de Kitria. En la residen cia ele Bagclad tenían los Padres un a hermosa pintura ele la Virgen María, y otra del rey de Francia. Estos lien– zos eran obsequi os el e la Compaíiía de Indias, a cuyos agent es co– merciales favore cían los Mi sione ros re cibiénd olos con gran hosp i– talidad en su viaje ele · Beyruth a Persia y a la In d ia. constit u– yéndose en intermediari os epi stolares entre Europa y los países asiáticos. Es dign o de menc1on entre los 1111s1oneros Capuchinos ele la Cald ea el P . Juan Bautista de Saint-Aignan sumamente Yersado e n lenguas oriental es, y orador muy popul ar entre los pueblos o ri en– tales. También se distinguió como conoced or el e la lengua úrabe el Beato Agatángel de Vend6me. In,;istentemente pedía a sus Supe– rior es y al fa moso P. José de Tremblay, que le enviaran libros cien– tíficos para poder mejor trabajar en la conversión de infieles. E::;– cribi ó también en árabe ; y no descuidaba sus estudios ele as tro no– mía, ocurri énclole que cierta noche , es tan do en el Cairo h ac iendo obse rvaci ones de un eclipse ele luna, adquiri ó un resfriad o tan fu ert e que le fué impos ible poner en limpio las notas científi ca s que habí a tomado. U n sec retari o le hi zo la caridad ele hacerl e e,; te trabaj o. Este informe ci entífico fué remitid o por el Beato Casiano de Nantes, ni futuro compañero en el martiri o. al famoso fí sico Gassendi P '-'r medi o del sace rdo te fran cés Peirese. ( Co ll ec t. Fran.: La Vie des Capucins a Bagdacl au elébut cl u XVII siec le: 193-l-; t. 4. p. 564) .