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]92 FLTNDAC'lOXES EN ARGEl\Tll\A Y CHILE tros, debería reve rtir al obispado. Para las primeras ob ra s de casa y sob re tocio ele Iglesia, pudo lograrse una ayuda fiscal ele la Teso– rería del Gobierno. No sabíamos cie rtamente a qué capítulo atribuir ciertas participaciones pe ri ódicas ele es ta Tesorería fiscaL En 1902, Y . g., se recibían cerca ele $ 2.500. En agosto de 1903 se recibían tam– bién $ 3.000. Luego nos hemos ente rado que esta ayuda era para sub\·encionar los gastos ele la edificación ele la Iglesia. Evolución y desarrollo Sin duela entonces nu eran tantas las entradas como las salidas que clema nclaban las primeras ob ras del convento. Para 1905 se ha– Lían gastado qno:- 25.374 pesos y sólo habían entrado por tocios conceptos $ 22.089.20. Es decir que estábamos en un ejercicio clcfi– citiari o. Pero las obras seguían adelante. La primiti\·a capillita pro– Yisiuna l se r eemplazó con la nueva Iglesia. El 18 ele oct ubre ele 1904 se autorizaba para trasladar el Vía Crucis, que se tenía en la Capilla, al nuevo edificio de la lgle,;ia. Fué el P. Lucio de Uhanos. pnm(',· Supe ri or de esta casa, quien dirigió los primeros trabajos. En los años 1905-7 se acudió a las colectas en la calle y en la lglesia, porque no había otras fuentes ele entradas fuera ele los est i-– pcndios de Misas. En 1906-7 las rifa s y el Bazar ayudaron con más de 1.600 pesos pa ra el altar. candelabros y objetos ele la \ 7 irgen . ~o había recursos por predicación, ni aún por otros concep tos. No obs– tante. se iba mejorando la obra material y se preparaba la obra es– pirit ua l. que había ele ciar luego espléndidos frutos. En 1908 se tra– bajaron las nueYas piezas con un costo de $ 3.846 ele aquella época. Ciertamente que no respondían a las necesiclacles de los religiosos. pero bastaban para ir \'iYiendo. Se procu ró dotar en todo lo posible el culto y se i11\·irtierun en el eq ui po del altar mayor y en la,; imá– genes $ 10.000. Se decoró el presbiterio con $ 2.800 y se emplearon 1:11 otros trabajos unos $ 4.000. Tocio se pagó con lo recaudado por rifas, bazares, limo;;nas y con la poca plata que ya iba teniendo el eonYento. El personal que en aquellas calendas habitaba la casa era poco más o menos el sigui ent e: 1905: R. P. Mar-iano de Pamplona, R. P . Se\·eriano de Adiós Y R. P. Ilurninato.