BCCCAP000000000000000000000187

se ,\CTinDAD EX EL J\ICXDO 1 i luarte del catolic ismo. consejero y brazo derecho del Ca rd enal Ri– chelie u, y a cuya pericia se debe la toma ele la Rochela, plaza fuerte donde el protestantismo se encastillaba para lanzar sus tiros 1111pu– nemente, considerándose inexpugnable. Y cuando suena la hora de la Gran ReYolución Francesa, que conrn ue\·e los cimientos ele las naciones europeas, y muchos tronos se bambolean, y muchos cetros y coronas caen rotos y deshechos en tierra, los Capuchinos son los primeros en resistir a aquellas leyes anti-católicas y en preparar al pueblo a la defensa de su fe: y por esto a nadie debe so rprender que sobre esta Orden recaigan <:cm más odio y rencor las furias de la barbarie revol uci onaria, cono– tedores CO!ll(J estaban de la influencia preponderante que en el ¡me– blo ejercía ; pues l;i. impiedad, dice un autor, no podía perdonarles la herencia bendita de gloria y de virtudes, que habían legado a las edades anteriores. ( La Rernl. et les Cap., pág. 171) . Franci;1 Católica ha entonado un himno ele amor y ele gratitud "· In,; 3.7::?0 Capuchin os \·ilmente perseguidos, encarcelarlos e 1111- cuam ente dester rad os de su patria y ele su hogar. Recordemos también la abnegación y el patriotismo de los Capuchinos en la guerra de la independencia española en la época :le Napoleón; y Bailén, Cádi;;,;, Yalencia. etc., preseptarán cuadros ele heroicos capuchinos mezclados en tre los combatientes para pres– tarles los ;;erYicios espi rituales y hacer ele can tin eros y enfermeros; y merced a esta labor del capuchino y a la predicación del Beato Diego José de Cácliz, E~paña no se dejó dominar por las doctrinas yolterianas, que habían ya minado la corte ele Carlos III, y pudo le\·antarse un pueblo heroico y aguerrido, que infligi ó duras derrotas a los ejércit os i111·asores. El Beato Diegu, se ha dich o y no sin fundamento, fué el hombre ele Estado por su fe y por su genio, que sal\·Ó a su patria. Embajadores de Reyes y Legados PonHficios Si muchos capuchinos han pasado por los campos ele batalla en ' las duras horas del combate, exhalando cual humildes y clesco– nociclas Yioletas, los aromas y perfumes cl'e :-u Yirtucl; y si los nom– bres de· esta plé_\·acle inmen,;a, que ha sucumbido, en aras ele! má c– férviclo, puro y entusiasta patriotismo, quedan oc ultos a las gene-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz