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JJO Fll'.\DACIONES EN ARGENTINA Y CHILE y- se reunen más ele 160 niños del barrio para la enseñanza catequís– tica. La capilla costó unos $ 20.000 que se procuraron ele limosnas suscripciones, rifas y otros medios ele ayu darse. Otra ele las necesi – dades imperiosas que encontró el Párroco ele S. José fué un órgano de expresión para fomentar la vicia parroq u ial y llevar a todos los hogares la enseñanza religiosa. Para eso creó el "Bol,etín Parro– quial" qtw apareció en 1928. Añadió a esto "Hojas periódicas" se– gún las urgencias del momento. Se acrecentó la vicia ele las Congre– gaciones poniéndolas dentro del margen canónico, porque algunas no tenían este requisito legal. Con la venia del Ilustrísimo Sr. Obis– po se organizaron en la Parroquia los Jueves Eucarísticos que toda– vía viven pujantes. La Archicofradía se extendió a varias otras Igle– sias ele la capital. sobre tocio a las Parroquias de S. Juan cl,e Mata y de Sto. Domingo, donde se practican no sólo las Comuniones duode– narias, sino también la Hora Santa Eucarística el Jueves . Otra ele las necesidades materiales eran las que presentaba la vieja torre ele madera que afeaba notablemente el aspecto ele la Pa– rroquia. El Párroco derribó el vetusto y negro tablonaje y levantó una nueva torre ele mano ele ob ra que le costó varios- miles de pesos ( 1928-9) . En el apostolado misional llegaron hasta la Araucani,1 adonde fué el P. Antera a ciar ej,ercicios a los PP. alemanes; el P. Beire a Puerto Saavedra a ciar retiros y conferencias a las colegia– las de la Sta. Cruz, y el P. Superior a S. José ele Mariquina a dictar algunas conferencias a los profesores seglar,es . En la Catedral se predicaron los principales sermones como el panegírico de la pri– mera fiesta de Cristo Rey en 1926, y el discurso del día eucarístico. Durante la pPeparación del Congreso Eucarístico Nacional ele La Serena la Parroquia de S. José ele Capuchinos fué encargada ele la Hoja Eucarística periódica que se publicaba para amb ientar la idea e ucarística. Cuando el Gobierno del Sr. Iháñez suprimió la dotación ele los profeso r es de Religión en los Institu tos . la Parroquia de Capuchi– nos acudió prontamente a explicar la asignatura sin retribu ción al– guna; y cuando ele nuevo se restableció el sueldo a dichos profeso– res, los capuchinos dejaron el puesto a otros que quisieran cles·em– peñarlo. Dejemos otras notas que podrían parecer impertinentes, co– rno la adqu isición ele las obras ele S. Buenaventura pedidas a Qua– racchi .

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