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BIENVENIDO DE ARBEIZA Las impresiones del P. Morentin eran inmejorables 2 • "Cuanto a la extensión del terreno, puesto que Vd. tiene tanto y tanto, quisiera yo ser un poco largo en pedir. El Su– perior ae España me indica que siquiera unos 1.50.000 me– tros cuadrados o sea 15 hectáreas, y, si Vd. las elevara a veinte o más, sería mejor. "El objeto de tanta extensión de terreno, lo dice el mismo P. Superior (P. Llevaneras) es para ocurrir a los gastos de la Misión" 3 • Este era el plan que el P. Alfonso junto con el Rmo. P. Llevaneras habían formado. Ya el 22 de febrero, según dice la Crónica de la Misión 4 , fueron nombrados los religiosos que debían ir a la inaugura– ción. Eran, además del P. Superior, el P. Juan M.ª de An– soain, Presidente de la nueva Residencia, el P. Román de Vera, el P. Francisco de Santibáñez, Fr. Martín de Auza y Fr. Modesto de Adiós. El crnnista de la Misión tiene la palabra. "Embarcamos (los Misioneros de Sorsogón) en el "Ade– lante" el día 6 de abril (miércoles) por la mañana, llegando a Sorsogón a las II de la noche del jueves. Deembarcamos 5 a las 7 del viernes, saliéndonos a recibir el P. Sabater y D. 2. Dice el P. Román: "Vimos la capilla, la casa y el sitio, y nos agradó sobremanera; se arreglaron los papeles en la Curia, y de Roma vinieron unos cuantos diplomas de Indulgencias y privilegios concedidos para el Fundador por mediación del Rmo.". Cfr. Apuntes del P. Román, págs. 4 y 5. 3. P. Alfonso de Morentin, Copiador (2), págs. 292 y sigs. 4. Crónica de la Misión, págs. 77, 88, 89. 5. El cronista es el mismo P. Juan M.a de Ansoain, testigo de vista. 96