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BIENVENIDO DE ARBEIZA Carolinas resultaban prácticamente inútiles, perdidas como se encontraban a lo lejos en la inmensidad de los mares. En consecuencia, el Gobíerno de España presidido por don Francisco Silvela, las vendió a Alemania el año de 1899 por la suma irrisoria de 25 millones de pesetas. A todo esto, el cañonero "Alava" estaba anclado en el puerto de Manila, esperando órdenes, para ir a recoger ia colonia española de Carolinas, y los misioneros no sabían, si quedarse allí o salir con los demás españoles. En tales circunstancias el P. Alfonso puso un cablegrama al Rvmo. P. Llevaneras; éste, al parecer, envió la misma consulta a Roma, y de Roma vino a Manila un cablegrama firmado por el Prefecto de Propaganda Fide, ordenando que se quedaran los Capuchinos en Carolinas. Siguiendo la orden de Roma, los hermanos Fr. Julián de Vidaurre y Ricardo de Benigain que se encontraban en Maníla, salie– ron en el vapor "Alava", con rumbo a Carolinas. Continuaron allí los Capuchinos españoles hasta 1904 en que la misión de Carolinas fue encomendada a los Ca– puchinos alemanes 6 • Apurada situación de Carolinas. El año 1902 fue verdaderamente un año de prueba para los misioneros de Carolinas y para la procura de Manila. Desde que estalló la guerra contra España, los misione– ros quedaron completamente abandonados en medio de los mares, con muy pocas provisiones, con mucho peligro de ser aniquilados por los nativos y con gran dificultad de co- 6. Cfr. A. O. M. Cap., vol XX, págs. 356 a 358. 84

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