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BIENVENIDO DE ARBEIZA breves, enérgicos y oportunos, exhortó a todos a seguir ade– lante con aquel hérmoso proyecto que tenía como columnas la caridad y fraternidad cristianas y el amor y sacrificio por los españoles y España. Después, añadió con indecible entusiasmo, que los PP. Capuchinos no podían ofrecer grandes cantidades de dinero por no tenerlas, "argentum et aurum nos est mihi sed quod autem habeo hoc tibi do", y con todo desinterés y de todo corazón ofreció a la colonia española el terreno de Pasay que, dicho sea de paso, era el único terreno que poseían los Capuchinos en Filipinas. Finalmente para que el sacrificio fuese completo, añadió : "Además del terreno ofrezco también para servir a la Co– lonia en estos difíciles y tristes momentos, mis Religiosos sacerdotes, para servir a los coléricos sin ninguna retribución y por tiempo indefinido". Cuando terminó de hablar, levantóse como un solo hom– bre la asamblea, ahogando con una salva de aplausos es– truendosos el heróico ofrecimiento del Superior de Capuchi– nos, y de común acuerdo en aquel mismo momento fueron declarados los Capuchinos Capellanes oficiales del Hospital rie Santiago; se votó así mismo otra proposición en virtud de la cual debería edificarse, junto al hospital, una casa– residencia para los Capellanes. Hospital provisional. Uno de los acuerdos tomados por la Junta, fue el de poner un hospital provisional en atención a las circunstan– cias y acto seguido se pensó en usar el Colegio de las l\fa– dres Asuncionistas para dicho fin. Ultimados todos los pormenores, se pudo abrir por fin al público el 23 de abril del mismo año, quedando encar- 68

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