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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS enfermos. No obstante al oir el P. Superior la proposión y deseos de la junta, no dudó un momento en sacrificar los intereses y bienestar de la corporación por el bien común de todos los españoles; y corno lo pensó, lo hizo, escribiendo inmediatamente a los Superiores de Roma, para obtener los . . permisos necesanos. Se propaga el cólera, los capuchinos capellanes oficiales del Hospital Español. Mientras se esperaba la respuesta de Roma, el cólera morbo extendía cada vez más sus tentáculos por Manila y provincias, causando incontables víctimas. Se llamó de nuevo a los españoles, a fin de ultimar los preparativos para la edificación del proyectado hospital. Reunióse dicha junta el 8 de abril de rgoz en el Casino Español, asistiendo representantes de todas las Ordenes Re– ligiosas y los miembros más destacados de la Colonia, siendo el alma de aquella junta memorable el Sr. D. Trinidad Ju– rado, presidente a la sazón ael Casino Español. Levantándose dicho señor expuso con energía y con– vincente claridad el motivo de aquella reunión, las ventajas del proyectado hospital y piéiió la opinión de los presentes. Todos acogieron con entusiasmo las palabras del Sr. Trinidad Jurado y en aquel mismo momento se abrieron las listas de subscripciones, para el sostenimiento del hospital provisional, que debería instalarse en el mencionado terreno de Maytubig cedido por los PP. Capuchinos. Muchos espa– ñoles con fervor y patriotismo desbordantes ofrecieron aquel mismo día gruesas sumas de dinero, que fueron depositadas en el banco. Y fue entonces, en aquellos cálidos momentos, cuando el R. P. Alfonso de Morentin, tomó la palabra, y en términos 67

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