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BIENVENIDO DE ARBEIZA de Pasay, que dista de Manila como media hora, y su pobla– ción asciende a Io.ooo almas. "Comenzó la misión la tarde del domingo 22 de octubre. En la puerta de la iglesia le esperaban al P. Román, director de la misión, el Párroco con cruz alzada, acompañado de los principales del pueblo. "En el sermón de apertura se habló, como es corriente, de lo necesarias y útiles que son a los pueblos las misiones. "La concurrencia era numerosa, subiéndose muchos a las ventanas para poder oírle ... además de la iglesia y la sacristía, que estaban abarrotadas de gente, se veían delante de la puerta principal nutridos grupos, esforzándose todos por oir la palabra apostólica y encendida del P. Capuchino. "Como la concurrencia era cada vez más numerosa y el entusiasmo de los fieles iba en aumento, fue preciso pedir la ayuda de otros PP. Capuchinos, como también de algunos PP. Paules, Jesuítas y cinco sacerdotes filipinos, especial– mente para oír confesiones. "Ordinariamente las pláticas de la mañana eran sobre materias catequísticas y los sermones de la tarde sobre los novísimos. "El pueblo, al oir las verdades eternas tan tremendas, a la par que consoladoras y grandemente útiles para ordenar la vida y costumbres, predicadas en su propia lengua con tanto celo y unción, se impresionaba profundamente, llorando el olvido en que las había tenido, renegando del apóstata Gre– gorio Aglipay y volviendo arrepentido a la Iglesia Católica que, muchos de ellos, falsamente engañados, la habían aban– donado. "El día de Todos los Santos, dióse por terminada la mi– sión, celebrando la misa de comunión el P. Román de Verü., que duró más de hora y media. Siendo de todo punto impo– sible acomodarse en el comulgatorio, se pusieron en apreta- 64

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