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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS y se leían las proclamas de los que iban a legitimar el ma– trimonio. Todos los días, por la tarde, había explicación del Cate– cismo para niños y adultos, y eran muchos los que confesa– ban después de algunos años de abandono espiritual. Celebróse el final de la Novena, 24 de diciembre, con gran solemnidad y copioso fruto espiritual, siendo muchos los baut:zados, las comuniones, casamientos legítimos, etcé– tera, etc. 1 • Como despedida al Misionero, se organizó un banquete con discursos y música y entusiasmo desbordante. Terminada con tan buenos resultaéios la Misión de Co– rregidor, y téngase en cuenta que era la primera salida mi– sional en lengua tagala, el P. Román recibió aviso de pasar a Mariveles, para celebrar la Fiesta de Navidad, trasladándo– se allí desde Corregidor en compañía de Fr. Justo de Eraul, volviendo a Manila el 25 por la tarde. Otra misión en Tagalog. Octubre, I903 Hablando de esta misión, dice el cronista del "Mensajero Seráfico" en Manila. "Voy a relatar la misión que hemos dado durante los ocho últimos días de octubre en el pueblo l. Las Misas de Aguinaldo (novenario) se celebran en Filipinas des– de hace varios siglos, como puede verse por los testimonios riel jesuita P. Murillo, "Cursus !uris Can. Hispanici et Indici", lib. 6, pág. 499 y <lel dominico P. Corominas en sus "Instituciones Canónicas". Estas Mirns se ce!ebraban ya desde antiguo tanto en Filipinas como en la América Es– pañola, pues ya en el II Concilio Mexic2.no (1565) se habla de ellas. Son muy populares en todo Filipinas, contribuyendo " ello la fres– cura de la mañana, la iluminación y adorno de la iglesia y la3 rondallas de jóvenes que recorren las calles para despertar a la gente... Muchas personas, que no oyen misa lm domingos y días de obligación, suelen asistir a esas misas; de ahí que los Sres. Obispos urjan a los párrocos la predicación de materias importantes de la vida cristiana. 63
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