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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS cía ; no siendo posible acomodarle bien en la casita de Ma– nila, salió por consejo de los médicos para Mariveles pri– mero, después fue a la hacienda Malinta de los PP. Agus– tinos y últimamente a las aguas de Sibul, donde mejoró bas– tante, pero tuvo que volver a España para reponerse. Vinieron también enfermos de Carolinas Fr. Miguel de Gorriti, Fr. Gabrieí de Absterga y Fr. Rogelio de Arzadón. Por entonces, siguiendo el consejo de los médicos, se em– barcaron para la Península el P. Pastor de Eraul, el P. Que– rubín de Madrid, Fr. Melchor de Gerona, Fr. Rogelio de Arzadón y el P. Antonio de Valencia 2 • Más Misioneros. Para llevar adelante el programa de evangelización de Carolinas y reforzar el personal de la casa de Manila, auto– rizó el Gobierno. con fecha 6 de febrero de r8gr, el pasaje de los siguientes misioneros : P. Antonio de Valencia, ya mejorado de salud, el P. Luis de León, el P. Pastor de Eraul, ya restablecido, el P. Toribio de Filiel y el P. Luis de Granada con los Hermanos: Fr. Melchor de Gerona y Fr. Rogelio de Arzadón, enfermos restablecidos, Fr. J oa– quín de Masamagrell y Fr. Otón de Ochovi. Salieron de Barcelona el 26 de febrero de 1891, llegando a Manila en marzo del mismo año. Todos prosiguieron su viaje para Yap y Palaos, excepto el P. Pastor de Eraul, que quedó en la casa central. Con mucha razón dice el cronista ... "es conveniente, por 2. El P. Estanislao de Guernica también volvió a la Península, pero al parecer no por enfermedad La crónica dice solamente que por in– conveniencia fue trasladado primero de Ponapé a Yap, luego de Yap a Manila y finalmente de Manila a la Península. Cfr. Crónica Gral. pág. 28. 49
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