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BIENVENIDO DE ARBEIZA El problema de los enfermos. En sólo cinco años que los Capuchinos llevaban en Ca– rolinas y Filipinas, varios cayeron enfermos debido, sin du– da, al calor de los trópicos. Ya hemos hablado antes del P. Berardo de Cieza, su– perior de Manila. Por entonces llegó de Carolinas el P. Antonio de Valen- encomendada la m1s10n a la Provincia de Westfalia. Después pasó a la Provincia de Cataluña en 1911 hasta 1914 en que pasó a la Provincla de Navarra-Cantabria-Aragón, siendo nomb1ado Mons. Fr. Joaquín Oláiz y Zabalza, Vicario Apostólico. Con este motivo volvieron a Guám los antiguos misioneros P. Vicente de Larrasoaña y Luis de León, siendo recibidos con gran entusiasmo y alegría el 2 de febrero de 1915. El 30 de abril del mismo año llegó Mons. Zabalza. El 5 de mayo de 1935 ha– biendo dimitido de su cargo, fue nombrado para sucederle Mons. Miguel Angel Olano y Urteaga. Tan buena ha sido la labor evangélica de los PP. Capuchinós en Guám, que al visiitar la misión el Jesuíta P. Joaquín de Villalonga Visitador Apostólico, dijo entusiasmado: "la misión de Guám es la misión mejor de cuantas conozco". Cfr. Misiones en Ex– tremo Oriente, p. 372 Manila 1937. En 1939 fue confiada la misión de Guám a los Capuchinos americanos de la Provincia Calvariense, saliendo para Guám los primeros misioneros en diciembre de ese mismo año. El M. R. P. Ferdinand de Wauwatosa fue nombrado Superior Regular. Se hizo este cambio a petición del ejército (Navy) americano que no quería extranjeros en Guám. Era por entonces Guám una de las reservas navales más importantes en el Pacífico. Cuando en diciembre de 1941 asaltaron la Isla los soldados japoneses, los americanos se rindieron sin resistencia. En julio de 1944 volvieron a tomar esta isla los americanos. Durante la ocupación japonesa sólo había 2 sacerdotes: el P. José Dueñas y el P. Osear Calvo. El primero fue acusado de antijapo'.nés y de ayudar a un tal Mr. Tweed (un americano que no quiso rendirse a los japoneses y se escondió en los montes). El P. Dueñas fue encarcelado, horriblemente atormentado y, por fin muerto por los japoneses. E1 P. Calvo fue nombrado en 1946 Prelado Doméstico de S. S. Sobre el martirio del P. Dueñas da muchos pormenores Mons. Miguel A. Olano en su libro, "Diary of a Bishop", Manila, 1949, pág. 141 y sgt. Véase también "A complete History el Guám", pág. 399 y sgt. por Paul Corano y Pedro C. Sánchez. 48
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