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BIENVENIDO DE ARBEIZA de las dotes que adornan a estos modestos m1s10neros y de la sencillez y nobles sentimientos de este país". Y añade el P. Ambrosio de Valencina : "Con tan buenos auspicios empezaron nuestros Misioneros de Oceanía, donde todo el mundo dio pruebas inequívocas de la veneración y respeto que les infunde nuestro santo hábito". El P. Berardo de Cieza. Tenía que partir para las Carolinas Orientales el M. R. P. Saturnino de Artajona con los demás misioneros, y quedó oficialmente encargado de la Casa-Procura de Manila el P. Berardo de Cieza, quien al mismo tiempo tenía el nom– bramiento de Procurador de las Misiones de Carolinas y Palaos. Fecha de la toma de posesión, 29 de enero de 1887 4 • Canibios de residencia. Cuatro meses permanecieron en la calle de San l\Iarce– lino, viéndose obligados a salir casi precipitadamente, antes de terminar el mes de marzo, pues los propietarios de la casa querían vivir en ella. En tan apurada situación, sin saber a dónde ir, habla- 4. Téngase en cuenta, como ya en otra parte hacemos notar, que el encargado de Manila no era ni guardián ni superior regular, sino un simple vicario o representante del Rvdmo. P. Llevaneras, a quien debían someterse para su aprobación todos los asuntos de alguna 1mportancia, relacionados con Carolinas o con la Casa de Manila. En algunas ocasiones, escribiendo a los Religiosos de Filipinas, firma– ba sus cartas, Fr. Joaquín M.ª de Llevaneras, Superior de Manila. 34