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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS ción hasta el día IO. Les mandaron entregar todo el dinero, relojes, documentos, etc., y los devolvieron a San Agustín, encerrándolos en la espaciosa sacristía con centinela a la puerta día y noche. El día II, fiesta de la Virgen de Lourdes, pidieron al centinela permiso para celebrar tres misas en la Sacristía y, concedido el permiso, celebraron el Superior de los PP. Franciscanos, el de los Agustinos y el de los Capuchinos. La artillería americana seguía batiendo furiosamente la ciudad de Manila, y sobre todo la parte de las murallas que da al puente Jones, intentando abrir brecha para los tan– ques. Por fin, después de más de diez mil granadas, se abrió el ansiado camino y comenzó la gran lucha en Intramuros. Los japoneses iban retirándose palmo a palmo, dejándolo todo sembrado de cadáveres y ruinas. El día 18 mandaron salir a todos los religiosos de la sacristía y también a los es– pañoles que estaban en la iglesia y los encerraron en las bo– degas de Smith Bell, en frente del Convento de las Clarisas. Al día siguiente, día 19, por la noche les mandaron salir, conduciéndolos entre soldados por las ruinas de Intramuros. Enfilaron la calle general Luna y les mandaron entrar por una puerta lateral de la catedral (pues el extremo de la calle <::staba. sembrado de minas) y atravesando la catedral, salie– ron por la puerta principal, llevándolos después a los refu– gios recientemente construídos por los japoneses a mano de– recha de la entrada de la catedral 1 • l. Entre ellos estaban nuestros dos sirvientes Francisco Pikayo y Tomás Fuentes, los cuales, fieles y abnegados hasta lo último, no qui– sieron abandonar a nuestros religiosos durante las horas amargas de la guerra, siguieron con ellos a San Agustín de donde fueron sacados con otros filipinos, siendo todos ellos quemados vivos (con gasolina) en el Fuerte de Santiago. Otro joven, Angel Pozón, ayudante del P. Evange– lista y segundo organista de Lourdes, también siguió con los Padres a San Agustín; le perdonaron los japoneses por ser menor de edad. Al 331