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BIENVENIDO DE ARBEIZA una vez rotas las defensas de Bambán, enero 20, desde ese momento nadie pensó en huír de Manila, pues la salvación estaba ya cerca. Los japoneses fueron cogidos por sorpresa y abandonando apresuradamente, tumultuosamente el norte de Manila, pasaron a la otra parte del río Pasig, volando todos los puentes... Los americanos, antes de comenzar el bombardeo, pidieron la rendición y, ante la negativa de los japoneses, comenzaron a tronar furiosamente las baterías americanas contra los distritos de Ermita, Malate, Paco, In– tramuros, etc. La tragedia de I ntramitros. El día 5 de febrero mandaron los japoneses a todos los habitantes de Intramuros salir de sus casas y concentrarse en cuatro lugares por ellos señalados: el cine Holywood, la iglesia de San Agustín, la iglesia de San Francisco y la ca– tedral, cerrando al mismo tiempo las puertas de la ciudad murada. Nuestros religiosos, que el día 3 de febrero habían co– menzado según costumbre la novena de Lourdes, reumeron las cosas más imprescindibles, escondieron otras y tomando la Virgen del altar y la de la gruta de la portería, fueron a San Agustín, excepto el P. Laaislao y Fr. Ignacio, que fueron a San Francisco primero, y después con los Francis– canos a San Agustín. Una vez en los sitios de concentración, mandaron los soldados salir a todos los hombres de dieciséis años para arriba y los llevaron al Fuerte de Santiago (8 de febrero por la tarde) asesinándolos a todos (unos mil qui– nientos). Después llamaron a todos los religiosos y ciuda– danos españoles (los cuales nada sabían de lo ocurrido) y los llevaron también al Fuerte de Santiago (8 de febrero por la tarde), donde los tuvieron encerrados en una habita- 330