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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS se refería, como era natural, a la parte que a él le corres– pondía. Una vez hecha la fuauguración, se hizo con el Sr. Obispo de Lipa un arreglo. según el cual él muy pronto y con la mejor voluntad erigió una nueva parroquia en la porción correspondiente a su diócesis, entregando su admi– nistración al párroco de Ntra. Sra. de Lourdes como agre– gado, en 22 oe mayo de r94r. La Parroquia de Santa Teresita ( r94-2). Y a antes indicamos cómo siendo superior de la Misión el M. R. P. Félix de Igúzquiza, la razón social J. M. Tuason Inc. por medio de sus administradores los Sres. Araneta, ofrecieron un extenso terreno en el ensanche de Manila por la parte de Santa Mesa (Santa Mesa Heights). Como al mismo tiempo tenía otros proyectos, de la Pro– vincia le respondieron que no creían conveniente por enton– ces admitir esta donación 3 • Algunos años más tarde, siendo Superior el M. R. P. Florencia, los Señores Araneta volvieron a hablar del mis– mo asunto y así en carta fechada en 30 de septiembre de r94r, escribió el P. Custodio al Provincial de Navarra: "La familia Araneta, una de las más prestigiosas de la ciudad de Manila, ha vuelto a ofrecernos un terreno de más de 8.000 m. c., en la misma ciudad de Manila, para que le– vantemos una iglesia; para aprovechar el tiempo y según indicaciones de Roma, he acudido al Sr. Arzobispo y en Junta del Arzobispo se ha aprobado el que los PP. Capuchi– nos puedan levantar una iglesia regular y que esta iglesia 3. Carta del M. R. P. Ladislao de Yábar, Arch. de la Misión. 295
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