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BIENVENIDO DE ARBEIZA nac1on nacional a Lourdes, siendo cerca de treinta los pe– regrinos que se inscribieron. Esta peregrinación fue proyec– tada por el P. Eusebio de Azpilicueta, Director de la Ar– chicofradía, quien con fecha 6 de enero de r934 propuso el plan a la junta de Celadoras; el Sr. Francisco Cruz, hombre de mucha experiencia en estas cosas por ser agente de varias Compañías de vapores, se encargó del arreglo de pasajes. Tanto entusiasmo produjo entre los devotos de Lour– des, que el 20 de marzo se pudo hacer la función de despe– dida con una misa oficiada por el dignísimo prelado Mons. Miguel O'Doherty, quien dirigió una hermosa plática a los peregrinos, animándoles a tener cada vez más devoción a la Virgen de Lourdes. Los filipinos, pues, no se contentaban con hacer a la Virgen de Lourdes objeto preferente de su pluma, de su bu– ril o de sus pinceles; no se contentaban con ponerla en sus casas, iglesias y jardines; deseaban hacer algo más; desea– ban ir a su gruta misma de Francia a través de inmensos mares para caer de rodillas en aquellas peñas del Pirineo santificadas por las plantas inmaculadas de María. Durante el viaje algunas señoras prepararon en el buque una her– mosa bandera de Filipinas, que luego depositaron reveren– tes y patriotas en el Santuario de Lourdes; y esa bandera será siempre testigo y voz elocuentes que se alzarán ante el mundo para proclamar muy alto y sin miedo ni cobardías, que Filipinas es católica y ocupar quiere un puesto de honor al lado de los pueblos devotos de la Virgen de Lourdes 1 • l. Los peregrinos causaron muy buena impresión en Lourdes, con– cediéndoles los administradores del Santuario el poder decir misa dos días en la Gruta y un día en la Iglesia del Rosario. Tomaron también parte en la procesión del Santísimo y en la de las antorchas: y por último merecieron ún discurso entusiasta del Sr. Obispo de Lourdes, 290

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