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BIENVENIDO DE ARBEIZA Además de sus escritos para Estudio colaboraba el P. Roque en distintos periódicos, alcanzando como periodista justa fama y nombre. Aún hoy día son muchas las personas que recuerdan con entusiasmo aquellas lides periodísticas sin par, deshacién– dose en ponderativos elogios al ilustre apologista Capuchino, P. Roque de Azcoitia. El P. Cesáreo y la cuestión de las Escuelas Privadas. Fue esta una cuestión de importancia nacional ; en ella intervinieron destacadas personalidades, cabiéndole no pe– queña parte al intrépido P. Cesáreo. Hacía bastante tiempo que los directores de escuelas y colegios privados sufrían en silencio la rígida y odiosa actuación del Comisario de Instrucción Privada Sr. \V. Buckisch. Procediendo y amenazando con la clausura a beneméri– tas instituciones de enseñanza, el Sr. Comisario les obligaba a hacer cambios, arreglos y reparaciones en los edificios y cuartos escolares, a comprar muchos libros, para mayor dolor, algunos de ellos protestantes; les obligaba a comprar equipos completos de juegos, cuadros, adornos, etc., con grave detrimento de los fondos escolares y las consiguientes protestas de los directores de escuela. Con el agravante de que sus órdenes venían redactadas en lenguaje violento e impe– rioso, terminando frecuentemente con el consabido estribi- suadieran de que en la Santa Iglesia nunca tememos discusión. La labor de Estudio... no puede haber sido más gloriosa en este sentido". Parecidos elogios le tributó la autorizaáa Revista RAZÓN Y FE, la cual después de recontar alborozada el rosario glorioso de victorias obtenidas por ESTU~o en el campo de la apologética exciama: " ¡ Ojalá tuviéramos muchos E~UDIOS como éste en Manila!". Cfr. Razón y Fe, 1923, pág. 386. 282

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