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BIENVENIDO DE ARBEIZA Los PP. Jacinto de Erasun en Salasa y el P. Pedro Hi– pólito de Azcoitia en Labrador continuaron también esta obra molesta y costosa de arreglo de iglesias y conventos 5 • Y c;lespués de una docena de años, se ven los edificios, com– pletamente cambiados, decentes y hermosos. Labor espiritual. Respecto a la labor espiritual realizada por nuestros Pa– dres, basta ver las iglesias durante las misas de los domin– gos. Se han reorganizado las Asociaciones religiosas del Apostolado e Hijas de María, Cruzados y Catequistas; se han creado otras Asociaciones a tono con los tiempos mo– dernos, como los "Boy Scouts"; se ha activado la enseñanza del Catecismo hasta en los barrios más apartados ; se han hecho nutridas comuniones de niños; se ha combatido a los enemigos de la Fe desde el púlpito, en las misas de barrio, imprimiendo folletos, etc., y como resultado final y decisivo basta abrir los libros parroquiales para ver que casi todos los niños se bautizan en la iglesia católica y se confirman en la misma. Más de un ochenta por ciento de los matrimonios son canónicos o celebrados ante el párroco, y sólo un veinte Pangasinán, extrañado de tanta pobreza y miseria dijo: ''Creo que no exagero al decir que estamos mejor en China". El Autor pudo ver el año 1932 todas estas parroquias y, comparando lo pasado con lo presente, no duda en afirmar que se ha llevado a cabo una obra de restauración sumamente difícil y costosa, teniendo en cuenta que los edificios s0:1 inmensamente grandes, edificados la mayor parte de ellos en tiempo de España. 5. El P. Hipólito fue a Pangasinán en mayo de 1935 para suceder al P. Cesáreo, que salió enfermo para España donde murió el 29 de julio de 1936. El P. Jacinto sucedió en marzo de 1938 al P. Pedro de Muniáin y, en julio de 1941 fue trasladado a Salasa para ocupar el puesto del P. Fernando, que volvió a ManEa. 272

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