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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS El Sr. Obispo les envió su auto particular a Dagupan, llegando a Lingayén por la tarde del mismo día. Sostuvie– ron una extensa conferencia con el Sr. Obispo y al día si– guiente fueron a ver las parroquias de Bugallón y Labrador. No fue mala, al parecer, la impresión primera y así tanto el R. P. Joaquín, como el P. Cesáreo, resolvieron que debía– mos tomar aquellas parroquias" 6 • En consecuencia el día 16 del mismo mes fueron destina– dos a Pangasinán los PP. Cesáreo de Legaria y Fernando de Erasun, saliendo para su destino el día 19. Se hospedaron por entonces en el palacio de Mons. Gue– rrero, estudiando con mucha aplicación y provecho el in– glés y el pangasinán, a fin de ocupar cuanto antes sus pa– rroquias respectivas. Estado espiritual de las parroquias antes de llegar los PP. Cap21,chinos. Dice sobre este interesante terna el P. Fernando: "La gran mayoría de estos pueblos eran de corazón católicos, pero no católicos prácticos. En Sual y Labrador había al– gunas farnilas protestantes. En Labrador había algunas fa– milias aglipayanas; bastante espíritu racionalista y aglipa– yano en la Parroquia de Salasa, frialdad religiosa en la 6. Dice a este propósito el P. Fernando de Erasun en sus apuntes: "Después de una petición formal del Sr. Obispo al Superior de Capuchi– nos, suplicando le cediera algunos Padres ¡;,ara regentar unas cuantas parroquias, el M. R. P. Joaquín de Inza, con absoluto desinterés, sin contrato ni condición alguna por escrito, atendiendo únicamente al bien espiritual de las almas, cedió los RR. PP. Cesáreo de Legaria, Fernando de Erasun y poco después el P. Pedro de Muniain". Más tarde se le criticó por no haber consultado ni con los discretos en Manila, ni con los Superiores mayores. 255

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