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BIENVENIDO DE ARBEIZA cendido, edificante de las incontables muchedumbres que, durante nueve días, han acudido a aquel hermoso templo de Lourdes, cuya imagen se venera con tanta piedad en la iglesia que lleva su nombre. Pero en medio de ese entu– siasmo y de esa alegría, i~ncible tristeza se habrá apo– derado de la mayor parte de los moradores de aquella ca– sa, al considerar que es este el último año que en Manila celebrarán la novena de Ntra. Sra. de Lourdes, ya que, en cumplimiento de la obediencia, se verán precisados a de– jar estas islas donde tanto se les aprecia para proseguir su apostólica labor en Costa Rica 2 • "A su dolor, a su justo sentimiento, se ha unido indu– dablemente el sentimiento del católico vecindario de Ma– nila que no tiene más que frases de elogio para los dignos hijos de San Francisco, continuadores celosos de la obra de santificación de las almas emprendida por aquellos ca– puchinos ... que, hasta hace unos cinco años, eran los que proveían de personal a la misión de Filipinas, Guám y Ca– rolinas". Otra alegría. "Dos días antes de terminar el novenario de Ntra. Sra. de Lourdes, tuvimos el consuelo grandísimo de estrechar entre nuestros brazos a un queridísimo amigo nuestro el R. P. Ricardo M.ª de Torres, nuevo Superior de la misión. "Con él han vuelto al país dos beneméritos religiosos que, ya de antes, se habían conquistado aquí grandes sim- 2. Cfr. Cultura Social, revista de los PP. Jesuítas, Manila, marzo 1914. No hay ningún documento oficial sobre este cambio en el Anal. O. F. M. Cap. ni tampoco hay ningún papel oficial en nuestro archivo de Manila. 226