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BIENVÉNÍDÓ DE ARBEIZA Deberían formar la primera expedición misional, según dicha orden, seis sacerdotes y seis hermanos. El I de abril era el día señalado para embarcar en Bar– celona a bordo del "Isla de Panay". Fueron designados: el M. R. P. Daniel de Arbácegui, M. R. P. Saturnino de Artajona. P. Fidel de Espinosa, P. Agustín de Aríñez, P. Antonio de Valencia y P. José de Valencia, con los Hermanos Fr. Miguel de Gorriti, Fr. Ga– briel de Absterga, Fr. Crispín de Ruzafa, Fr. Eulogio de Quintanilla, Fr. Antolín de Orihuela y Fr. Benito de Azpa. El viaje de los Capuchinos fue muy comentado en Es– paña, pues se trataba de civilizar y cristianizar las tribus salvajes, que habitaban las lejanas Islas Carolinas. Antes de embarcar recibieron por telégrafo un mensaje de felicitación de S. S. León XIII, y una carta llena de plá– cemes entusiastas y santos consejos del gran Misionero Ca– puchino, Cardenal Massaia. Con todo esto, el entusiasmo misional entre los seráficos y estudiantes capuchinos recibió un mayor impulso, ayu– dando después muchísimo a mantenerlo vivo y candente la correspondencia con los misioneros. Despedida. "El día 28 de marzo (1886). Habiendo yo sido uno de los elegidos por la Divina Providencia para la Misión que se nos acaba de conceder en las Islas Carolinas 4 y recibida la 4. Tomamos estos apuntes del Diario privado escrito por el P. Anto– nio de Valencia que era uno de los misioneros... En la portada de dicho Diario se lee: "Comprende (este diario) desde la salida de España de los primeros misioneros de Carolinas -Abril 1886- hasta Abril 1889 y hoy no es fácil encontrar en otra parte estas noticias". 22