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CAPITULO XVIII Antes de venir los Padres Catalanes. Estaba hecha la anexión a la provincia de Cataluña, de– pendiendo en todo del Ministro Provincial de dicha Provincia y empezando a regir en ella el Statutum pro Missionibus. Así que jurídicamente nada tenía que ver ya el Rmo. P. J. de Llevaneras con la misión de Filipinas. Entre tanto todos los misioneros siguieron en sus puestos, en espera de la Obediencia, para salir de Filipinas. Dice el cronista, que "tan pronto como la misión hubo pasado a la Provincia de Cataluña ... los misioneros antiguos manifes– taron vivos deseos de trasladarse a su propia provincia (Navarra o Castilla, respectivamente), deseos que no pudie– ron menos de descubrir al Rmo. P. General" 1 • En otra ocasión había escrito el P. Arbácegui, hablando de la voluntad de algunos misioneros de salir pronto de Fi– lipinas. El Rmo. P. Llevaneras, que ocupaba su nuevo car- l. Apuntes para la Crónica de la Misión de Capuchinos de Filipmas. Estos apuntes empezó a tomarlos el P. Basilio de Guernica hacia el año 1910; no sabemos quién fue su continuador; llegaban hasta el año 1914, relatando brevísimamente los principales acontecimientos de la mi– sión. Se quemaron durante la guerra, 0945). 204

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