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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS La Misión de Filipinas después del Decreto. El Decreto de supresión llegó a Manila el día 18 de sep– tiembre de 1907, y al día siguiente se leyó pubhcamente en el refectorio, primero en latín y después en español, a fin de que todos quedaran enterados y escogieran cuanto antes su provincia respectiva. La filiación debía hacerse dentro de los ocho días de la promulgación del Decreto, y debía hacerse "in scriptis" por letras enviadas al respectivo Ministro Provincial "ad quem et a quo". Aunque a los religiosos que estaban fuera de España "agregados" ... a la Provincia de Castilla o a la Pro– vincia de Navarra ... o al Distrito Nullius, se les declara hijos de la Provincia en cuyo territorio nacieron a no ser que tuvieran causas graves para pasar a otra provincia, en cuyo caso debían escribir dentro de los ocho días de conocido el Decreto al Ministro General". La lectura de este Decreto causó bastante revuelo en la misión, y excitados todavía más con algunas noticias, que vinieron de España, estaban a punto de mandar un cable– grama de protesta al P. General, mientras preparaban una exposición de hechos y considerandos que muchos habían prometido ya firmar 19 • 19. En este sentido escribe el P. Arbácegui al Rvdmo. P. Llevane– ras: "el 18 del presente recibí con gran sorpresa el Decreto y las notas que V. P. Rvdma. me mandó y el 19 se leyeron, notando en todos los presentes cierta tristeza, pero conformándose con lo dispuesto por los Su– periores. Un Padre del Colegio de Lecároz escribió una protesta diciendo que ellos se oponían y que éstos debían hacer otro tanto; y tan adelante fue 1a cosa que querían poner un cablegrama a Roma y después escribir colectivamente. También daban a entender que V. P. Rvdma. estaba de– cidido contra todos ellos a abandonar o dispersar, por mejor decir, el Dis– trito Nullius. Mientras ésto pasaba en la casa central de Manila, yo estaba ausente aquella mañana, y cuando volví, inmediatamente contaron lo que 201