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BIENVENIDO DE ARBEIZA manera ha cambiado hoy la condición del Distrito Nullius, que ya no necesita por más tiempo autonomía propia y régimen especial; más aún, que la misma Procura de Ma– drid no es, en adelante, necesaria sino más bien ociosa e inútil, porque el Procurador, por la pérdida de las co!onias, no podrá ya tratar con el Gobierno de España con el ver– dadero y propio título de Procurador de las misiones de Ultramar. "Agréguese a lo dicho que para personal tan numeroso ... la forma ordinaria de Gobierno no sólo es más útil, sino necesaria para tanta muchedumbre de súbditos; por todo lo cual es necesario que este Distrito, o quede erigido en Provincia especial o se agregue a otra Provincia. Petición del Rnio. P. Llevaneras. "Hay además que tener en cuenta, dice el Decreto de Supresión del Distrito, que el Rmo. P. Joaquín de Llevane– ras, Procurador y Superior del Distrito Nullius, ha supli– cado muchas veces con humildes pero eficaces ruegos, que le exonerásemos de tan gravísima carga, aunque, sólo fuese por motívos de salud y después de cinco lustros de prelatura y tan múltiples trabajos llevados a cabo en la Procura de Misiones 17 • 17. En efecto, ya en agosto de 1883, el P. Llevaneras, a la sazón Co– misario de España, se dirigió al P. General, Fr. Egidio de Cortona, pi– diéndole humilde pero insistentemente, intercediera ante la Santa Sede, para conseguir la unión perpetua y total de los Capuchinos españoles con la cabeza de la Orden; le manifestó ser su ardiente deseo la supresión del Comisariato, convirtiéndolo en provincia propia y ordinaria sujeta a las leyes y Constituciones lo mismo que otras provincias, bajo la auto– ridád del P. General. Esta petición fue presentada oficialmente a la Santa Sede el 24 de abril de aquel mismo año, por el Procurador Ge- ]96