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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS diencia para que cada uno de vosotros, amadísimos PP. y Hnos., en uno o varios pliegos, por separado, dentro (de) sobre cerrado, que a nadie autorizamos a abrir, deponga y manifieste a Nos con entera libertad., confianza y sinceridad de hijo fiel a su deber y a su Distrito, lo que hallare digno de remedio en los particulares, sea cual fuere su cargo y oficio, o en la Comunidad y cuanto crea conveniente para gloria de D:os, bien y prosperidad de esas mísiones, salud del prójimo y consuelo de nuestra alma. "Queremos tengais la más completa libertad, declarándo– nos todo como si estuvierais en la visita personal, sin ocul– tarnos absolutamente nada. "También queremos que, con el conocimiento que tméis de las cosas y personas, nos indiquéis cada cual en concien– cia y según Dios, los nombres de los religiosos más aptos y que, a vuestro juicio, mejor han de desempeñar los cargos de Presidente, Vicario, Discreto y portero, etc., en nuestra casa-Misión; porque, con motivo de las nuevas fundaciones de Ermita, Sorsogón y las que se proyectan en Maytub:g y en la Diócesis de Nueva-Cáceres, como todos nos merecemos gran cariño y confianza, y a más del R. P. Alfonso, quere– mos todos conocer el criterio y modo de pensar de cada uno de vosotros, a fin de que nuestras determinaciones resul– ten más acertadas y más gratas a todos cuanto posible. "Podéis tener la más completa seguridad de que no han de inspirarse en ningún afecto personal ni mira terrena ; por esto, a más de muchas y reiteradas súplicas al cielo, os queremos oir a todos e ilustrarnos más y más con vuestras noticias, etc. Para evacuar ese encargo, queremos que to– méis todo el tiempo que os haga falta; y quien así lo desee, vuede escribir directamente a Nos, cerUicando en todo caso las cartas para mayor seguridad". Esta carta es un exponente claro y terminante de su gran deseo de poner a cada religioso en su lugar propio, 189