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LOS CAPUCHINOS EN FILIPINAS Sariaya, me veo en la precisión de preguntarle cuál sea su pensamiento para arreglar este grave y delicado asunto ... V. R. está enterado de las protestas que se me han remiti– do ... V. R. confiesa que, con motivo de la hostilidad contra los Capuchinos, los hombres de Sariaya en (su) gran ma– yoría no frecuentan la iglesia como acostumbraban antes, y sugieren a otros para que no vayan, ni quieren recibir los santos sacramentos. V. R. se había empeñado para una con– tra-subscripción en favor de esos Padres y luego me asegura que ... no es realizable ... Fundado en estos datos, y conside– rando nuestro común objetivo y mi especial programa en esta misión de Filipinas, de trabajar para la paz y tranqui– lidad de estos pueblos, ruego y suplico a V. P. muy Rvda. se sirva manifestar sus intenciones, para salir de esta situa– ción, que pueae traer consigo muy serios disgustos iz. Contesta el Superior de Capitchinos. "En cuanto al P. Román, soy el primero en lamentar y aun reprobar el que hub:ese acudido por sí mismo... a las autoridades civiles. "Respecto a las protestas, sí, Rmo. Sr., estoy enterado de las protestas, etc., pero les doy la importancia que tienen y las que V. E. mismo les ha dado hasta ahora, pues todos sabemos lo que son ciertas protestas en Filipinas. "En cuanto a recibir los Sacramentos, yo reto a nuestros detractores a que me presenten diez hombres que recibían los sacramentos antes de nuestra llegada y que no los reciben ahora. "En cuanto a procurarme una contra-subscripción, debo 12. Arch de la Misión, Secc. doc. 169