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BIENVENIDO DE ARBEIZA "4. Dada nuestra gran pobreza, sería para nosotros un sacrificio de demasiada importancia el pagar el pasaje a los tres religiosos, que fueran los primeros; por lo que me atrevo a rogar a V. E. Ilma. nos hiciera la limosna de pagarles el pasaje, en cuyo caso podrían ir en el próximo correo" 5 • Entretanto seguían los expedicionarios felizmente el via– je hacia Bisayas, absortos ante las maravillas que pasaban ante sus ojos, pues el viaje de Manila-Cebú es uno de los más entretenidos y pintorescos. Su recibimiento en Cebú fue verdaderamente fraternal; entre los que saEeron a saludarles se encontraba un buen amigo de los Capuchinos, el señor Enrique Séneca 6 • Se hospedaron en el Seminario de San Carlos, regentado por los PP. Paúles, quienes se portaron cortés y amable– mente con ellos. Por falta de barco estuvieron allí un mes, y habiendo llegado la fiesta de la Porciúncula, la Orden Tercera de San Francisco próspera y floreciente, gracias a otro gran amigo de los Capuchinos, el Franciscano Mons. Alcocer, se puso en movimiento y organizó una hermosa fiesta religiosa, es– tando el sermón a cargo del P. Blas de Guernica, jefe de la expeéiición. Dejemos que el mismo P. Blas de Guernica nos cuente 5. Se portó muy bien el Sr. Obispo pagando todos los gastos del viaje. 6. Este Sr. Séneca era médico y por aquel entonces ocupaba el car– go de inspector de sanidad en la ciudad de Cebú. En una caría de agra– decimiento que le escribió el P. Morentin, por lo bien que había tratado a los misioneros, le decía: "Dios quiera que nos vaya todo tan bien que PRONTO TENGAMOS EN LA MISMA ISLA DE CEBU UNA MISION"; 10 cual indica que el P. Morentin esperaba ganar la voluntad de'. Obispo aceptando la Isla de Siquijor y luego pedirle una residencia en Cebú. 106
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