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BIENVENIDO DE ARBEIZA salida. Por no volverse a Manila, sin haber hecho nada, el P. Román de Vera y algún otro Padre, trabajaron mucho por establecer una residencia en el barrio de San Roque, que tenía una población de dos mil almas y se hallaba situada a un kilómetro de Bacón y cínco de Sorsogón. El sitio era por demás hermoso y encantador; había una capilla bastante espaciosa, aunque sin terminar; eso no obstante, el P. Morentin estaba casi resuelto a tomarla y en ese sentido escribió urgentemente al P. Barlín el día rg de abril, proponiénaole la cesión de la capilla y terrenos, que eran-propiedad de la mitra, a la Orden Capuchina... Después pensó más despacio y, como dice muy bien el cronista, "no se tomó, por no hacer una aventura más". Por fin el miércoles 27 de abril embarcaron todos en el "Bolinao" proa a Manila a donde llegaron felizmente. Actitud digna del Padre Morentin. Escribiendo a su amigo el Párroco de Casiguran, P. Martín Alcaraz, le dice con franqueza: "No estoy triste por lo que nos sucedió en Sorsogón, ni conservo mala voluntad al mismo que así se portó con nosotros. Veo clarísimarnente que Dios cuida de nosotros y nos proteje de un modo es– pecial". "Con un hombre corno ese (Sr. Serrano) hubiéramos de haber tenido disgustos a la corta o a la larga ; y en comen– zándose a mirarnos mal, no habríamos hecho todo el bien, que podríamos hacer en otras partes"º 100

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