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82 -- he alargado. Siento el molestarle tanto. Disimule y perdone la molestia, y mande, seguro de mi afecto, lo que guste, quedando esta su ruincilla hermana, rogando a Dios que llene su alma y cuerpo de todos sus dones y gracias para usted y para todos 195 que están a su cargo . Su Majestad me lo conceda, guardando su vida los muchos años que le desea su indignísima herma– na, que su mano besa y en Dios le ama MARÍA ÜERTRUDIS !JEL C< JHAZÓN DE JESÚS Esta suavidad y delicadeza de un alma verdade– ramente humilde resplandece más aun en las cartas que vamos a copiar. El Beato Diego hace como que se enfada con ella, para que le alcance la perfecta unión con Dios, y le escribe: J. M. y J. Ronda, 28 de julio de 1794 Sor María Gertrudis del Corazón de Jesús. Amadísima hermana mía en el Señor Este sea siempre con nosotros. Amén. ¿Qué quieres , hermana mía, que te éScriba, quien no sabe qué decirte, ni halla un rato en que separar– se de sus papeles? Tú vives tan de asiento en mi ruin corazón, que nada hago en que dejes de tener mucha parte, singularmente en la Santa Misa, en la que siempre te doy parte de la Sagrada Hostia y santísimo Cáliz. ¿Qué más quieres? Vaya el resto. Yo te daría una o más Misas enteras, si tú me con-