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-77- il.lna larga correspondencia hasta la muerte. ¡Qué -concepto tendría el Beato Diego de la santidad de Sor María GertruJis, que le pidió que lo tratara de .!tí, ünico caso que, tratándose de mujeres, conoce– mos en toda su correspondencia. Mas Sor María Gertrudis no es mujer: es un ángel. «Hermana - le escribe el Beato Dios-si la par– ticular satisfacción con que quieres que te trate es esta, (hablarle de tú) ya lo hago, y lo conoceré si me correspondes en los mi smos términos, pues de lo contrario, te hablaré con el respeto de que eres mi hermana mayor. Yo lo hab ía pensado desde el prin– cipio, pero mi tontería me ha detenido. » (1) Excusábase ella de hablarle de tü, alegando para con el Beato Diego su carácter de sacerdote, y debía ser esta resistencia antigua, cuando el Siervo de Dios le escribe: t J. M. y J. i\fotril, 28 de mayo de 1786 . Amadísima hermana mía en el Señor: Este sea siempre con nosotros para que en todo le agrademos: Rebibí la muy apreciable de usted, con singular consuelo y dilatación de mi espíritu, el que, no obs– tante el trato de mucho respeto con que me respon– de, muy ajeno de lo que este ruin gallego esperaba y apetecía (me parece que con buen fin y con nece– sidad) fué grande y no infructuosa. La prevención que usted me hace es oportuní- (1) Carta de Alhama de Ars gó n, 15 tnero de 1787.