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-76 - lado. Asilo ejecuté por usted y por mi amado difunto, luego que tu ve noticia de su fallecimien to , aplicán– dole la Misa en sufragio de su alma y por la salvación de usted. No le he escrito antes, ya por no ser el que diera a usted la noticia, si acaso por justo motivo se la ocultaban, y ya porque mis tareas no me han per– mitido antes contestar a la suya. A mis hue rfa nitos asegúreles usted son míos y yo suyo, y que aunque conozco ser esta expresión despreciable, por ser el que soy, con todo, el amor y compasión con que los miro me hace proferirlas. Usted y todos quedan sellados en mi alma para no olvidarlos. Dios nuestro S e1lor asista en su corazón de usted, la fortalezca y la consuele, la llene de su amor y me la gua rde muchos años en su san tísima g racia. B. L. 1\1. de usted su afmo . capellán y sie rvo que en el Señor le arna y compadece. FR. DIEG() ] OSÉ DE CÁDIZ . » Sor María Gertrudis del Corazón de Jesits. -De intento hemos dejarlo para la últi ma a Sor Ma– ría Gertrudis Martínez del Co razón de J es ús, a la que el Beato Diego , por ser hija de dirección del Padre Alcober, llama su hermana. La asombrosa vici a ele esta Sierva ele Dios respi– ra un sua\'isimo pe rfume ele ange lica l pureza . Hemos ya dicho que el Beato D iego la conoció en Granada, en el convento de la Purísima , de Terci arias francis– canas, en el cual entró en la clausura, con especial permiso del Sr. Arzobispo . Sin haberse conocido nunca , se dirigió haci a ella, y se leyeron ambos el interior d~ sus corazones . Fué esta la primera y úl– tima vez que se vieron en este mundo , y desde aquel dia los un ió una santa amistad , comunicándose por