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- 54- hermanas, encargándoles siempre no me olviden en sus santas oraciones y ejercicios. De mi amada hija no dudo que lo hará, para que el Señor me haga el que debo ser y me dé las fuerzas que necesito para seguir mi tarea, pues no las tengo muy sobradas. Yo clamo continuamente a mi Dios y Señor llene a usted de bendiciones y me la g uarde muchos años e n. su santo amor y gracia. De usted Padre y siervo que en Dios la ama FR. D1FGO J nsÉ oE CÁ01z.» Si tierna y expresiva es esfo carta, r.o lo es me– nos la siguiente, entresacada de su larga e intere– santísima correspondencia: t J. M. y J. «Málaga, 9 de marzo de 1779. Sor Catalina del Corazón de jesús: Corazón de Jesús: Amada hija del mio en el mis– mo Señor: Este nos dé su gracia para que le sirvamos. Con notable desconsuelo me dejan tus dos cartas en que me avisas del atraso de tu salud. Yo quisiera, hija de mi corazón, poder dártela a costa de mi san– gre. Por Dios te pido que te cuides mucho, excu– ses toda mortificación corporal por ahora, y sin ol– vidar la interior de pasiones y sentidos, procures recobrar lo atrasado. Dios te prueba de todos modos, porque te quiere y t e ama más de 'lo que piensas. Procura serle fiel y agradecida, y no temas, que to– do será felicidad para tu alma . ¡Oh cuánto te ama Dios! ¡Oh, cuánto! ¡Dichosa tú, si toda te das a sus amores! Yo me hallo actualmente de Nlisión aquí y solo. Luego que pase Resurrección sigo a Granada con el dolor de no verte profesar , que me desconsuela lo