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-499- cargada por el Obispo, Sr. Calvo y Valero, y hecha según la fotografía del cuadro del Beato, que se conservaba en el Convento de Capuchinos de Cádiz. El Rvdmo. P. General de los Capuchinos, que la vió, dijo que de cuantas imágenes del Beato Diego ha– bla visto, esta era la mejor. Invitóse a las fiestas a tres Sres. Obispos, que ce– lebraron los tres días de Pontifical, y predicaron res– pectivamente en las tres funciones de la tarde: el de Lugo, D. Benito Múrua y López; el de Dora, Prior de las Ordenes Militares, Sr. Rancés, y el de Cádiz, Sr . Calvo Valero. Las funciones fueron suntuosísimas, y asistió a ellas todo Cádiz, con las autoridades y Corporacio– nes, viéndose la Catedral completamente llena de fieles. En la tarde última hubo velada en el Seminario, a la que asistieron además de las autoridades, los tres Sres. Obispos. Después se le dedicó un altar en la Iglesia Ca– tedral, poniéndose en él la imagen del Beato Diego, gloria inmortal de la ciudad de Cádiz. En tiempos del Sr. Rancés , sucesor del Sr. Cal– vo y Valero se convirtió en Capilla la habitación de la casa donde nació el Siervo de Dios. Fiestas de Beatificación en Sevilla.- -Mientras la Giralda y todas las campanas de Sevilla anuncia- v ban a la gran ciudad el 22 de abril de 1894 la beati• ;, ficación del Siervo de ffiÜs, la Comunidad de Capu– chinos, a instancias del Emmo. Cardenal Sanz y Forés , tomaba posesión de la mitad del histórico .convento, del que sólo ocupaba algunas habitaciones. En el intermedio de abril a noviembre , había n sido reparados el convento y la Iglesia con los ocho alta– res oji vales, dibuj ados por Susillo. El Ayuntamiento