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-459 - • da, esta última presidida por el Rvdmo. Sr. Arzo– bispo. Hubo que traducir en Ronda toda la causa al italiano, desplegando a la vez las juntas en España, grande actividad. La de Sevilla, presidida por el Emmo. Cardenal Tarancón, se dirigió a todos los Arzobispos y Obispos de España, Cabildos Cate– drales y Colegiales, Universidades y Corporaciones Religiosas, en circular que conservamos, y obtuvo que todas ellas elevaran súplicas a la Sagrada Con– gregación ¡::,ara que diera principio a la introducción y examen de la causa . Curación milagrosa de Sor Adelaida. -La di– vina Providencia, tenía reservada una sorpresa. No bien había sido terminado y presentado el proceso, cuando a poco, en 1862, ocurrió la milagrosa cura– ción de Sor Adelaida. Insertaremos su relato mismo: «RELACIÓN DE MI ENFERMEDAU Y RESTA BLECI· MIENTO REPENTINO, POR LA INTERCESIÓN DEL V. P. FR. DIEGO JOSÉ DE CÁDIZ. Me encontraba en la corte de Madrid, a la edad de 23 años , en el Noviciado de las Hijas de la Cari· dad, pasando el tiempo de novicia, en el mes de fe– brero de 18ol , cuando, de resultas de un resfriado y de haber tomado algunas cosas de peso, me resentí del pecho , y pri ncipié a echar sangre por la boca y mucha tos. Viendo los Superiores en el mes de mayo, que mi mal iba en aumento, determinaron que pasa• se a este Hospicio de San Luis , a ver si esto me probaba. Al principio estuve algo regular hasta prin– cipios de julio, en que principié con calentura todos los días, pero sin hacer cama; continué hasta sep– tiembre del mismo año, en que me fué preciso que– darme en cama. Entonces se me aplicaron cantári– das y sanguijuelas en el lado derecho, en donde, desde el principio de mi enfermedad , tenia un dolor fi•

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