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- 452 - dinario fe rvor se encomendó a la Virgen Santísima y al P. Fr. D iego, al cual, como lo había conocido y conservaba un rosario , tocado a su cadáver, reg alo do una monja de San Bernardo , profesaba gran de– voción; y en efecto , al día siguiente , recobradas ya las ·fuerzas, yendo a visitarle el médico, le ordenó levantarse, reputando el hecho por milagroso. (1) En el convento del Pozo Santo de Sevilla curó a la M. Sacramento de un dolor de cólico que la puso a las puertas de la muerte, con sólo aplicarse la en– ferma una reliquia del Beato Diego . (2) A D. " Rafaela de la Concha y Herrera, de Sevi– ll a , ya sacramentada y sin voz ni vista desde muchos meses , hab iéndole aplicado una reliquia del Beato, se levantó inmed iatamente , y recobró la voz, la vis– ta y la sal ud. (3) A otro enfermo, que se encontraba con la pierna casi seca y sufriendo agudísimos dolores, sin expe– rimentar el menor alivio con las medicinas, se enco – mendó al P. Diego de Cádiz , pidiéndole que por tan– tos y tan hermosos sermones como le había oído , le calmase los dolores y le obtuviera la salud. Esta in– vocación fué oída, le sobrevino un sueño reparador, y desde entonces empezó o mejorar y se curó, ce– rrándose por completo las llagas. (-1) En enero de 1862 se extendió por todas partes una epidemia de escarlatina. Un devoto del Beato Diego confiesa que fueron atacados de ellas tres de sus hijos , y cuando éstos estaban en convalecencia, cayó atacada su esposa, tan gravemente, que no le permitía la dolencia inclinarse, ni poner la cabeza en (1) Proc. 429. (2) Proc. 429. (3) Pro c. -131 . (-!) Proc. 432.