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- 43G - munidad, para que se le asista con los sufragios que, conforme a su distinción, en la Orden se acos– tumbran, ínterin que otra cosa correspondiente a su particular mérito y virtud, no disponemos. Córdoba, 27 de marzo de 180 l. FR. JERÓNIMO JOSÉ DE CABRA M, P. Hízose después con el Beato Diego lo que hasta entonces no se había hecho con nadie, ya prelado, ya súbdito, ni aun con varones de extraordinaria santidad. Se mandó que en todos los conventos se le celebraran solemnes honras, con oración fúnebre, encomendada a eclesiásticos de renombrada elocuen– o a religiosos condecorados en la Orden, señalándo • se el día 9 de septiembre de 1801. (1) Fueron las más célebres, las honras fúnebres que celebró la ciudad de Ronda, con sus dos Cabildos y Real Maestranza. Fueron invitados el M. R. P. Pro– vincial con su Definitorio, los PP. Guardianes de Málaga, Ubrique y Casares. En medio de la Iglesia de la Colegiata de Ronda se levantó un gran túmulo con cinco cuerpos, con 1.200 velas de cera, colgán– dose todo el templo de negro. La víspera del 11 de (1) En las Constituciones de la Orden de Menores Capuchinos están especificados los sufragios, en la for– ma de que el sufragio por el Rvdmo. Padre General es la Misa solemne de Difuntos, con Vigilia de nueve lec– ciones, y triple sufragio de Misas, Comuniones y oficios de difuntos, que deben rezar sacerdotes, coristas y her– manos. Como se ve, al ordenar funeral solemne con oración fúnebre, se hizo con el Beato Diego una excep– ción honrosísima, pudiéndose decir que no fueron hono– res de General, ni de Provincial, sino de santo,-porqve, más que oraciones fúnebres, fueron panegíricos de sus virtudes.
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