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-407 - jetarlo. Observando lo que pasaba el compa ñero del Beato Diego, se volvió a éste y le dijo: -« Vea Vuestra Paternidad lo que aquel pobre hombre ha adelantado con venir a besarle la mano. » Volviéndose inmediatamente el Beato Diego y for– mando una cruz en el aire con la mano, se paró en seco y quedó inmóvil el caballo, hasta que llegó su amo y lo recogió sin trabajo alguno. Cristóbal Solano publicaba y afirmaba con jura– mento haber pasado un río con el agua hasta la cin– tura, apoyado en el bastón del Beato Diego de Cá– diz, con motivo de acompañarlo hasta Ronda, y se encontró enjuto a la salida del río, como si no lo hu– biera pasado. (1) Hemos relatado el prodigio de la huerta de Reus, el huevo roto en Ubrique, que se le cayó y lo compu– so, como si no le hubiera pasado nada, la multiplica– ción de panes en Ubrique y del trigo en Martos. En jerez también entregó a la hermana María Antonia de Jesús Tirado tres fanegas de habas para repartir– las a los pobres, y echándoles su bendición, después de haber dado infinitas de ellas, remitido varias es– puertas al Padre y distribuído gran número a los en– fermos, se vió que no se aminoraban y duraron algu– nos años. Los enfermos, en vez de llamar al médico, buscaban las habas milagrosas , que obraron numero– sísimas curaciones. Milagros de bilocación .-En el año de 1794, mientras predicaba en Córdoba el Siervo de Dios, en otro pueblo distante de allí veinte y tres leguas murió un religioso, confesor que era de una señora piadosa. Cuando se ausentaba la recomendaba el re– ligioso difunto a otro religioso del mismo convento, que no le merecía la misma veneración que el ante– rior. Muerto, pues, su principal Director, determinó (1) Proc. 223
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