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-396 - - Hízole la señal de la cruz sobre la frente, y en ella se le quedó impresa toda la vida. (1) La reliquia.-Dió el Beato Diego a Fr. Félix de Tribiana una reliquia de la Santa Casa de Loreto, para que se la entregase a un eclesiástico en Córdo· ba: reliquia recibida por él en donación de la reina. Resolvió el hermano en su interior no entregarla, conociendo que no podía ser descubierto, pues ni el Beato conocía al eclesiástico, ni era fácil que éste hablara al Beato. Estando en estas luchas interiores, le dijo el Siervo de Dios: -Fr. Félix ¿por qué no ha dado la reliquia? - Padre ,-respondió el hermano-porque no he tenido lugar . Entonces el P . Diego, dándole un golpecito en el hombro, añadió: -Vaya, Fr. Félix , mentirilla más o menos ... Suceso de Málaga. -Estando de conventual en Málaga, la vispera de una de las principales festivi· dades del año, se extendió la voz de que a la mañana siguiente se iría. Reunidos en una celda varios reli· giosos, juzgaron mal de aquella caminata, por ser el día que era; pero , estando en esta conversación, lla– mó a la celda el P. Diego, entró, y con gran afabi– lidad empezó a despedirse de ellos-cosa que no acostumbraba-y llevó la conversación hasta citar las mismas palabras de Ntro. Señor Jesucristo: ¿Quién de vosotros ve que se cae en un pozo, en día de sába– do, un asno o un buey, y no le saca deseguida? Des– pidióse de ellos , dejándolos aturdidos de ver que les había adivinado los pensamientos. (2) El ermitaño hipócrita .-Predicando en Sevilla, había un ermitaño, llamado Gaspar Caoba , que te- (!) Proc . pág. 334. · Cardenal Vives . pág. 306. (2) Cardenal Vives, pág. 305.

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